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25/6/19

Interpol: A Fine Mess (EP)

Interpol
A Fine Mess
Matador Records
17/May/2019


"Un vagabundo merodeando"

Marauder vino al catálogo de Interpol como un respiro de aire fresco y su redefinición como tercio. Este cambio de aires, e incluso de productor, les dio como fruto una temporada de sesiones intensas donde el viraje de resultados va desde hits inmediatos basados en el riff como "The Rover" o antibaladas desesperanzadas como "It Probably Matters", imperando más que nada un nuevo filtro garage semi-lo-fi donde las posibilidades más efectivas son exploradas durante "Number 10" o "Mountain Child" para los fans de antaño y los que gustan de las guitarras más aguerridas y crudas. No obstante, para llegar a un resultado tan parejo y convincente como fue Marauder se tuvo que ensayar y errar, incluso se tuvieron que descartar varias canciones o cambiar métodos sobre la marcha, por no decir que gran parte del brillo y virtudes de su disco del año pasado se consiguió por factores casi involuntarios. Así que, como muestra del material ensayado durante la grabación de su sexto lanzamiento y del cual sentenciamos era su mejor álbum desde Antics, ahora tenemos A Fine Mess, EP donde recopilan esos cortes descartados que tienen potencial o son dignos de ser presentados al mundo después del exitoso Marauder.

De buenas a primeras, cabe decir que, al menos como colección de B-Sides, A Fine Mess funciona; sigue la línea de Marauder e incluso indaga con firmeza en su faceta más descompuesta y desaliñada, sólo hay que escuchar el principio de "Fine Mess" para percatarnos de que la dinámica funciona ligeramente distinto en este lanzamiento. La ventaja de este tipo de entregas es que al no tener directamente una línea a seguir o concepto en el cual regirse, la "libertad" con la que se presenta canción tras canción es, en la mayoría de los casos, más interesante de escuchar que en algún álbum convencional, de ahí que incluso los mixtapes de Hip-Hop puedan ser más sorpresivos que los álbumes de estudio formales.

A Fine Mess abre con un vocal de Paul Banks rasposo sincrinizado a otro riff distorsionado, más adelante nos ofrece una visión de su música como si se le diera más protagonismo a la guitarra secundaria y batería que a la principal y bajo, incluso termina con un tema donde el juego entre guitarras tocando líneas paralelas nos recuerda a sus primeras entregas. Pero aún con la oferta sonora que tenemos, A Fine Mess y sus casi 20 minutos de duración apenas abarcan suficiente espacio para quedar en la memoria o mantener el interés del escucha. No es tanto por la "irregularidad" con la que pasamos de un track a otro, eso incluso es de esperarse, pero lo que toma por sorpresa es la mezcla de sonido y cómo distorsiona cada track para quitarle o añadirle más intensidad de la tienen por mera sinergia.

Las notas zigzagueantes durante "No Big Deal" parecen ser un detalle molesto que estorba la escucha, pero en realidad es una melodía efectiva desaprovechada por dar protagonismo a los instrumentos que arman más estruendo hacía el final, casi como una antítesis de sus mejores y más pulcros crescendos como "Public Pervert". Aquí hay más manerismos y estilos de guitarra familiares del Interpol del pasado que en Marauder, despojando por momentos la nueva identidad sonora que la banda había asumido durante su disco del 2018 y haciéndoles parecer una copia de si mismos, como una banda que se quiere parecer al Interpol antiguo, pasado por la producción y mezcla de Marauder, sentimiento acentuado por la falta de redobles y sobrecarga en las potentes baterías de Sam Fogarino que hacían la escucha más intensa en su material de hace un año.

No es extraño que las canciones más efectivas aquí sean las más inmediatas y poco cambiantes: "Fine Mess", "The Weekend" o incluso "Thrones" se mueven bajo las mismas normas con distinto tallado, aportando al sentimiento de que la banda sigue siendo capaz de mutar aún con este nuevo sonido y hacer algo cercano a un hit, pero quitando gran sustancia e incluso interés por escuchar algo distinto a lo que Interpol puede ofrecer. Tan solo es un EP y son menos de 20 minutos, pero A Fine Mess tiene madera suficiente para ser considerado como una escucha innecesaria fuera de un par (literalmente un par) de canciones.

65




Por: Sebastián López

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