Helplessness Blues
Sub Pop Records
03/May/2011
"La manifestacion del alma con una sublime sinceridad"
Al recordar la década pasada, es inevitable mencionar el ahora clásico debut de Fleet Foxes, que aunque debemos admitir fue un poco sobrevalorado, también fue causante de que muchos replantearamos nuestro más profundo ser para encontrar aquella añoranza por redimir viejos sentimientos que alguna vez inundaron nuestra vida. Con todo el revuelo que se causó por este conjunto de Seattle, Fleet Foxes se creó un renombre que se equilibró entre la inteligencia artística-compositiva y el ruido comercial mediático. Tal cual como debe de ser.
Es por eso que el deseoso interés de propios y extraños por este segundo trabajo es inevitable. La oportunidad de escuchar qué puede ofrecer una banda que se postula como la mejor de la actualidad en el ámbito Folk, se repite con Helplessness Blues, donde siguiendo la linea del aclamado debut, reconstruyen una increíble sensibilidad en una confección pastoral mas enriquecida y elaborada que hace pensar que los segundos discos no siempre son inferiores frente al debut. Tal como Robin Pecknold, líder de la agrupación lo ha dicho, su Folk basado en armonías no tiene muchos caminos, es simplemente enriquecer el sonido tratando de no desajustar el todo, ni sacrificarse en un intento de reinvención.
Helplessness Blues se desarrolló con algunos inconvenientes, como el hecho de que a finales del 2009 el grupo ya tenia un álbum listo, pero por diferentes cuestiones se modificó buena parte del material, se rumorea que fue debido a una crisis creativa del vocalista Robin Pecknold. Durante la restauración de lo que ahora conocemos como Helplessness Blues, se incorporaron algunos instrumentos desconocidos en el disco homónimo, al mismo tiempo de que las letras buscaron ampliar los temas, destacando el existencialismo y lo incierto que es la vida expresada en situaciones surrealistas.
"Montezuma" abre el repertorio para declararse como una increíble oda que reclama un descanso al espíritu, entrelazado por armonías de los 6 elementos creando un santuario barroco. Continúa la poderosa y sumamente hermosa "Bedouin Dress" que despliega una envolvente instrumentación que termina por deleitar al oído más exigente entre toda esa carroza llena de cascabeles, mandolinas y violines. Mientras que "The Plains/Bitter Dancer" parece estar armada en dos partes, tal como el nombre lo indica, con una sección creciente de ecos viniendo de la nada y así despertar con un delirio de voces y la incorporación ornamentada.
El mérito de un grupo como Fleet Foxes no es ser guitarristas finos adeptos a la belleza acústica, sino hablamos de su sublime sencillez con la que son capaces de sonar como una auténtica maravilla, lo mejor de todo, es cuando en casos como "Sim Sala Bim" nos muestran la edificación de ésta, y en el mismo acto, un descenso guiado desde su punto más alto. Para "Battery Kinzie", sin ser de lo mas espectacular entre un paso rítmico y hasta orquestal, complace al gusto más inmediato. Por otra parte la pista que da titulo al disco, "Helpessness Blues", es el cerebro y núcleo de la colección, comenzando inofensiva y sin pretensión, sin embargo como en muchos lugares a lo largo de este bosquejo, Pecknold acentúa el valor agregado equilibrando sus cuestiones sobre el envejecimiento junto con olas de guitarra logrando llegar a un momento realmente épico que también juega con el placer, desvaneciendo el espectro cuando parece llegar a más.
Como una habilidad explicita, el grupo aveces puede capturar una escena medieval en renacimiento; aveces son dolorosamente profundos y reflexivos, y otras veces son como una dulce y cálida tarde en la naturaleza. Este último ejemplo se plasma en "Lorelai", una creación a manera de vals medieval sublime, puro, perfecto, con su compás marcado en la batería, la orquestación en los arrullos de la masa vocal, todo es preciso y encantador a raudales. "The Shrine/An Argument" posiblemente sea el momento cumbre de Helplessness Blues, acto donde Robin Pecknold cambia abruptamente su voz a un tono desesperado, aunque la canción mantiene un vaivén entre sus diversos momentos. La intima, cálida y concluyente "Grown Ocean" cierra el álbum donde narra el despertar de un sueño hacia un destino obscuro y desconocido. Es así como Fleet Foxes consagran su esplenderoso Folk en uno de los trabajos más prolíficos del año.
90%
1. Montezuma
2. Bedouin Dress
3. Sim Sala Bim
4. Battery Kinzie
5. The Plains/Bitter Dancer
6. Helplessness Blues
7. The Cascades
8. Lorelai
9. Someone You d Admire
10. The Shrine/An Argument
11. Blue Spotted Tail
12. Grown Ocean
Por: Miguel AE
Buena reseña, te falto deciles "el folk hippie nirvana" asi he oido que los llaman
ResponderEliminarExquisito y todo un spa para los oidos este album, no hay armonias como las de los Fleet Foxes hoy en dia. Porque estos nunca salieron en el suena en el estereo, apoco nunca una cancion de ellos fue de las mas reproducidas?
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