Witness
ATO Records
02/Jun/2017
"¿Seré un testigo?"
Mi historia con la música de Benjamin Booker puede catalogarse como accidental; su única visita a México se dio en el marco del festival Corona Capital 2015, aquella ocasión en que lo conocí y vi, su presentación comenzaba justo después de que DIIV debutara también en tierra azteca, y aunque mi plan original era escuchar material de Is The Is Are en vivo e inmediatamente después colarme a la fiesta de Humans en la carpa del lugar, no seguí ni siquiera la primera parte de éste por una chica reventada que conocí durante la presentación de Wild Nothing (un par de horas antes que la de Benjamin), pues ella me convenció de ver a MOTHXR y quedarnos para ver tocar al grupo del susodicho. Quizás me arrepienta de ver al protagonista de Gossip Girl errar un solo de guitarra en primera fila, pero jamás me arrepentiré por quedarme a observar al trío de Benjamin Booker en ese puesto.
Sólo reconocí la penúltima canción que tocó y un cover a Otis Redding, pero el resto no dejó de ser mágico: el hombre se portó como un badass tomando cerveza entre canciones (incluso llegó con un cigarro en la boca, si la memoria no me falla), lo acompañaban un baterista del cual las chicas aplaudieron su lindo rostro adornado por una banda que le atravesada la frente al estilo 70's y como bajista la antítesis del anterior: un hombre más maduro con peinado casi de hongo, mostacho abundante y discreción asesina. Juntos hicieron al público aplaudir, gritar halagos, agitar las melenas e incluso bailar, a pesar de que la mayoría únicamente conocíamos su éxito "Violent Shiver". Su voz rasposa y actitud "apagada" al mayor estilo rockero eran algo que muchos no vieron venir, se erigió como uno de los actos más memorables del día, debo admitir que le debo algún par de besos con una total desconocida y mi segundo concierto en primera fila, pero lo sorprendente es que un par de años después le debo uno de los más grandes sentimientos de satisfacción que me he llevado en lo que va del 2017.
Era un hecho el abandono al Garage-Rock para su segunda placa, él lo dijo reiteradas veces a la prensa, pero en el fondo veía venir el sonido de Witness, más que nada augurado por el acertado cover que hizo de "Falling Down Blues" en vivo, desde que presencié la facilidad con la que podía pasar de guitarras insistentes a un banjo y violín sin inmutar al público, supe que sus posibilidades en el estudio eran grandes.
Y ahí va el primer palomazo para Witness: tenemos a un Booker que danza entre el Garage Rock revival, Soul tanto del tipo acústico como excéntrico e incluso le hayamos una vena R&B en la segunda mitad. De hecho abre el disco explorando 3 esquinas distintas en mucho menos de 10 minutos, la habilidad con la que aborda el cambio que hay desde el caótico intro de "Righ On You" hasta los benditos violines y guitarra acústica en "Motivation" hablan por sí solos como prueba de la ambición y habilidad para componer que posee el norteamericano, y a mí lejos de decirme algo, me confirman la sospecha que tenía sobre sus capacidades.
Pero no todo va de ir fluido como la corriente de un río, ya hay bastantes discos que hacen eso (el más ejemplar es nuestro 12vo mejor álbum del 2016), detrás de todo hay un mensaje que quizás para muchos se pierda debido a la barrera del idioma y es el corazón de Witness, porque luego de finalizar su etapa inicial como artista, Benjamin se encontró frente a un bloqueo creativo y decidió despegarse un poco de su vida para encontrar inspiración en México. Como mexicano da pena escribirlo, y aunque también fue un conjunto de circunstancias simultáneas provenientes de su natal Estados Unidos lo que amedrentó su sentir después de sentarse a pensarlo, el hecho es que salió de México y salió con la palabra racismo en mente.
Witness significa un giro de 360 grados con respecto a su debut homónimo. Por fin había un propósito para hacer música: señalar los problemas reciales no sólo de Norteamérica, sino generalizando su objetivo hacía un público más universal y no hay mejor forma de hacerlo que abrazando por completo sus géneros representativos. Hay una colaboración con la legendaria intérprete de Gospel, Soul y R&B, Mavis Staples, para el track que presta su nombre al disco, el cual resume en demasía al LP: el mensaje está más encriptado particularmente en el presente, pero aún es obvio el tema al que se refiere. Contamos con ambigüedad absoluta en líneas tales como "Am I going to be a witness?" o "Is that enough?".
El viaje es crudo, a veces cruel, muchos lo alaban porque suena oldie, llegando a compararlo con Alabama Shakes, comparación que puede ser un tanto correcta, pero también delata su percepción sobre el presente. No se trata de vanagloriarse sobre géneros pasados de hace 50 años, se trata de hacer llegar el mensaje usando el medio más efectivo, de ahí que el álbum suene fresco a pesar de su estilo o producción y también a este factor le debemos la "calma" que impera en al menos el 70% de su contenido.
Tenemos variedad, habilidad, un mensaje entregado con el medio correcto, producción acertada... es verdad que los tracks más destacados llegan a opacar a los menos atractivos, pero no por completo, y no hay necesidad de quitarle o añadir nada. El problema es serio y más de un artista ha hablado sobre conflictos sociales con su música, más específicamente sobre el racismo, porque al final de cuentas depende del escucha decidir si será un testigo y sí ya tiene suficiente con todo esto.
19/v/OPB24agC/file.html
83%
01. Right On You
02. Motivation
03. Witness (feat. Mavis Staples)
04. The Slow Drag Under
05. Truth Is Heavy
06. Believe
07. Overtime
08. Off The Ground
09. Carry
10. All Was Well
Por: Sebastián López Seguir a @sebas_0132
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