Memory of a Cut Off Head
Castleface Records
17/Nov/2017
"20-20"
Ya lo hemos relatado en todas las reseñas hechas anteriormente a Thee Oh Sees en Crazy Rhythms Music, pero por si aún hay duda lo repetiré una vez más: John Dwyer es una de las mentes más prolíficas en el mundo actualmente. Obviamente no fue fácil para el estadounidense ascender al estatus que tiene hoy, de eminencia, en cuanto a Garage Rock nos referimos y me parece que de eso va su vigésimo trabajo de estudio en 20 años de carrera; de cómo el tiempo le significó ganar experiencia y un punto de vista más centrado hacía la exploración constante de nuevos horizontes aún en un género aparentemente limitado que bien se encargó de rebasar hace unos meses con Oh Sees en Orc.
Memory of a Cut Off Head es quizás la decisión más involuntariamente sabia que Dwyer ha podido tomar en cuanto a la celebración de 20 aniversario de su multifacético y más famoso proyecto, puesto que marca no sólo el regreso de la integrante más añorada del grupo (Brigid Dawson) luego de su separación con Thee Oh Sees en 2014, sino también un punto de referencia inmediata a cómo el frontman ha cambiado a través del tiempo, como una máquina del tiempo para quienes están relacionados con los primeros discos del grupo a finales de los 90's.
En esta ocasión, las apuestas están a favor de dar mayor protagonismo a instrumentos acústicos, ya sean de cuerdas frotadas o mandolinas, dejando al bajo y algunas guitarras discretas como únicos elementos eléctricos en la ecuación, sin arranques furiosos o solos de guitarra complacientes ni el desafiante dueto en batería que se ganaron un lugar entre los highlights del catalogo de Dwyer, como en aquella salvaje improvisación instrumental "Raw Optics" de hace unos meses.
Que John Dwyer no haya desarrollado este enfoque para un LP en más de una década no quiere decir que perdió la noción para guiarse a sí mismo a través de campos más orgánicos, la bienvenida homónima al disco cumple con mostrarnos sólo un poco de lo que vendrá (apenas se incluyen violines, guitarra acústica y percusión) y ese es un acierto a destacar en este álbum; evade la posibilidad de pavonearse orgulloso de su naturaleza con cortes altos y exponiendo sus cartas muy de pronto (tal como sucede con A Weird Exits) para poder explorar las posibilidades de su limitada pero sólida gama de herramientas, generando pasajes cada vez más distintos e interesantes, al grado de que en “Time Tuner”, cuando uno puede creer que ya no pueden ofrecer nada más en el penúltimo track, bastará con soltarse en cuanto al rasgueo de guitarra se refiere, dar mayor libertad y preciosismo a los violines y sacar la pandereta para brindar razones de escuchar sus casi 6 minutos y repetirla hasta el cansancio. Este mismo movimiento de prudencia compositiva también los obligó a dotar de múltiples texturas a todas las canciones, tal es el caso del interludio instrumental “The Baron Sleeps and Dreams”.
Muchas de las canciones que integran Memory of a Cut Off Head están estructuradas a manera que lleven un avance impredecible, podríamos tomar, por mencionar un par de ejemplos, el casi celestial clímax que alcanza “Cannibal Planet” luego de mantener un tenso minuto con esporádicas secciones donde la batuta pasaba entre cada instrumento que la compone, o también podemos poner sobre la mesa el inesperado hecho de que, por primera vez en la historia de Thee Oh Sees, el micrófono es cedido en su totalidad a Dawson en la recta final. No obstante, el apartado vocal es el que deja bastante que desear en reiteradas ocasiones, la intimidad con la que Dwyer y Dawson interpretan sus líneas (siempre en sincronía) fácilmente se puede confundir con una performance sosa al igual que líricamente no hay algo realmente profundo o ingenioso que puedan contarnos fuera de analogías medianamente interesantes.
Estamos hablando acerca de un álbum no apto para impacientes, no hay ningún despegue vigoroso en los 45 minutos que dura el viaje, ni siquiera un grito; se trata sobre la apreciación de los paisajes que pinta la armonía formada por sus vocalistas y sí bien "On and On Corridor" se asemeja más al trabajo convencional de Thee Oh Sees por contar con ligeros riffs de guitarra en el coro, termina siendo un caso aislado. Probablemente en un futuro escuchemos a Paul Quattrone relatando una historia similar a la de Dave Grohl en cuanto al MTV Unplugged de Nirvana, donde exclama que "el mayor reto fue controlarse con ritmos calmados y tener que tragarse las ganas de explotar con un solo abrumador". Quizás esa fue la razón por la que no se incluyó a Dan Rincon en la alineación, pero esa es harina de otro costal.
Memory of a Cut Off Head repunta la prolífica mente de John Dwyer como una de las más capaces y versátiles dentro de su escena al servir perfectamente como contraste satisfactorio de Orc, es un ejercicio de repaso (y superación) a los trabajos que como OCS ya había hecho hasta 2005, es el regreso a esa era en la que la química entre él y Brigid Dawson definieron muchos himnos escondidos en su repertorio a lo largo de los años que estuvieron al mando del grupo, es un nuevo punto de control en su faceta Folk con su propio sello y por último, pero no menos importante, es el recordatorio de la suerte que tenemos al contar con su casi infinita creatividad para generar trabajos de calidad. Han sido 20 años, 20 álbumes y los que quedan por venir. ¡Larga vida a John Dwyer!.
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79%
02. Cannibal Planet
03. The Baron Sleeps and Dreams
04. The Remote Viewer
05. On & On Corridor
06. Neighbor To None
07. The Fool
08. The Chopping Block
09. Time Tuner
10. Lift A Finger
Por: Sebastián López Seguir a @sebas_0132
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