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21/3/19

Rival Sons: Feral Roots

Rival Sons
Feral Roots
Atlantic Records
25/Ene/2019


"Raíces traicioneras"

Para sorpresa de quienes escuchamos a Rival Sons desde antes que comenzara la moda (orquestada por Greta Van Fleet) de buscar al nuevo Led Zeppelin entre bandas de Arena Rock Revival, ya pasaron 3 años desde que Hollow Bones los colocó en la élite de dicho género; haciendo uso inteligente de riffs formuláicos de talla setentera y debrayes de Blues Rock ambicioso en un compendio relativamente corto y sencillo de escuchar, les significó el salto a las grandes ligas, donde Black Sabbath, KISS, Aerosmith y Deep Purple se los llevaron de gira por el mundo e incluso captó los reflectores de Warner Music Group hace unos meses para lanzar lo que sería su nueva placa: Feral Roots.

En parte se siente refrescante y hasta necesario la dirección y concepto de esta nueva iteración; volteando a ver la cara más sureña y visceral del género es como logran formar un sonido más distintivo donde las guitarras de modelos clásicos como Jazzmaster de Fender o la Freebird II de Gibson que utiliza Scott Holiday aportan un sentido de autenticidad más real sin perderse entre los métodos más actuales con los que producen su música. Hablando de producción, Feral Roots marca una nueva actualización (y mejora) del método que venían utilizando desde hace un par de entregas para proporcionar mejor definición de cada instrumento mediante la sublevación de éstos frente a la pista vocal y de batería al mismo tiempo que, obviamente, separan guitarra(s) y bajo por ambos canales de sonido, empatando sonidos con mayor claridad y poco menos estridencia que en Hollow Bones y dejando que sea la misma altisonancia de cada riff los que hagan que las guitarras destaquen por sí solas, evento que podemos apreciar en los singles de promoción y "End of Forever", no obstante, también significa que cuando se pasan de estridentes literalmente lastiman los oídos.

Y es que Feral Roots es un ejercicio más complejo y a la vez más sencillo de ejecutar que las placas anteriores de Rival Sons; tomemos de ejemplo a Great Western Valkyre, su mejor disco y contrastémoslo con el presente, de buenas a primeras, ambos se mueven casi exactamente en el mismo margen de tiempo (47 minutos), donde Feral Roots destaca fácilmente por poseer una gama más amplia de sonidos y ritmos a romper en menos canciones, mientras que en 2014, la banda apenas y traía un órgano eléctrico de fondo. El LP con portada dibujada posee riffs menos obvios pero que ganan en brutalidad, mientras que Great Western... se mantiene activo constantemente, explorando distintas aristas que guitarreos en 4/4 ofrecen, manteniéndose siempre activo e interesante. Paradójicamente, el disco de 2014 suena más allá de Led Zeppelin, trae a la mesa un espíritu comparable al de The Doors con la magnificencia de Deep Purple y la garra carismática de The Black Crowers manteniendo su personalidad flotando sobre estos nombres y manejando un estilo más "monótono", mientras que su placa de 2019 apenas se esfuerza a sonar a otra copia de Led Zeppelin con algunos métodos de Black Sabbath como el guitarreo difuso en algunas canciones pero sin los dedales metálicos.

Porque aquí recaemos en muchos tópicos y clichés que, para bien o para mal, definen a Rival Sons, como los despegues de falsete que Jay Buchanan suelta muy al estilo de Robert Plant o los irremediables coros estilo Coldplay (de los que van "ooooohhh") hechos para animar al público de estadios o hacer un álbum que brilla más por irregular que por variado. Porque si bien Feral Roots tiene un sonido distintivo, en ningún momento lo define hacía ningún lado. Pareciera por las primeras tres canciones que irán por completo a la extravagancia de los grandes escenarios para rápidamente descomponerse en guitarras acústicas y volver al comienzo para la segunda mitad, pero esta vez disolviéndose en coros Gospel. Y es algo que precisamente los Rolling Stones hicieron en Let It Bleed, pero jamás sonó ajeno o disonante porque siempre estuvieron ahí los elementos que conformaron "You Can't Always Get What You Want", aunque sea en segundo plano, pero siempre tuvimos una constante construcción de su sonido hasta llegar al éxtasis final y se escuchó como una terminación totalmente lógica a un álbum entero, donde cada pieza estuvo presente en cada corte y de poco en poco se fueron fortaleciendo hasta ese punto. En cambio, "Shooting Stars" es el final pero de la segunda mitad del disco, más no de Feral Roots como un todo.

Y, sorprendentemente, la canción que suena más a Led Zeppelin destaca como la mejor de todo el álbum, otra vez. Fue "Black Coffee" la epifanía que mostró todo el potencial del grupo para explorar las fronteras de su sonido y explotarlas en Hollow Bones, ahora, es el track homónimo de Feral Roots el que transmite un auténtico paisaje sureño de las raíces del Rock y progresa hasta volverse un monstruo que se distingue de las demás canciones por no ser explosivo, sino inteligente y constante.

Y es que Rival Sons han pasado exitosamente la prueba que ellos mismos se pusieron hace tres años de renovarse o morir lentamente, por supuesto que se renovaron y apuntan hacia arriba, pero la gran pregunta es si ellos irán a esa dirección o caerán con la misma piedra por tercera vez.

60%


02. Sugar on the Bone
05. Feral Roots
06. Too Bad
07. Stood By Me
08. Imperial Joy
09. All Directions
10. End of Forever
11. Shooting Stars

Por: Sebastián López

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