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19/5/18

Arctic Monkeys: Tranquility Base Hotel & Casino

Arctic Monkeys
Tranquility Base Hotel & Casino
Domino Records
11/May/2018


"Entre el suicidio comercial y la consagración de una leyenda"

Desde hace hace unos años, vengo afirmando que Arctic Monkeys es la última gran banda generacional que el mundo ha visto nacer. Y hay un punto diferenciador de cualquier otra que medianamente entre esta categoría, en eso refiero a que todos y cada uno de sus discos han ofrecido un cambio, una distinción, cada una de sus placas ha sido un acontecimiento particular pero con un estándar de calidad permanente. Si bien de AM se ha hablado bastante; por un lado algunos fans de antaño se distanciaron y por otro congregaron a un nuevo séquito de seguidores más casuales producto de algunos hits para masas ("Do I Wanna Know?"). Hay que entender que este salto comercial no es en automático malo, la evaluación de esto es en los "cómo" y en las "maneras". Y es que para las bandas a veces llega ese punto donde deben lograr ese lanzamiento super-ventas, están las que lo hacen sacrificando su esencia (Kings Of Leon, Muse, Coldplay) pero otras llevan su estilo de toda la vida al siguiente paso, con una mejor exposición, producción y accesibilidad (Foals, Radiohead, The Black Keys), por tanto cuando el mayor argumento en contra de AM es que "se vendieron", es fácil saber de qué manera dieron ese paso Arctic Monkeys.

Pero ahora las cosas van más allá, y para dar justo en qué valor tiene este disco, es más necesario hablar del contexto que del propio contenido. Porque es un hecho que la banda de Inglaterra tenía todo puesto para hacer una segunda parte de su AM o simplemente hacer un puñado de canciones para radio que escalaran fácil en las listas de éxitos. Pero no, lo cierto es que Tranquility Base Hotel & Casino es un nuevo cambio de rumbo en la trayectoria de la banda, y probablemente, en el peor de los casos, un suicidio comercial... cosa que sólo responderá el tiempo.

Parece que ahora es un hecho total que Alex Turner es el centro de la banda sin objeción alguna, su estilo particular que demostró por ahí alguna vez para un Soundtrack, lo hecho con The Last Shadow Puppets hace más de 10 años y reforzado con su regreso hace un par, se percibe más presente que nunca. Turner se ha vuelto un devoto de este Pop retro de bajo perfil, con pinceladas de Jazz, de crooner trasnochado y un adicto al piano y sus semejantes, tanto que prácticamente el poder de uno de los bateristas más célebres de la actualidad como Matt Helders está relegado y las guitarras tanto del frontman como de Jamie Cook están desaparecidas o apenas toman papeles secundarios, pero también es difícil imaginar que Alex Turner haya hecho esto solo, sin duda, el resultado proviene del trabajo de la banda completa y esto se manifiesta en esa calidad aparentemente esquiva que sabe a poco pero además reta a volver a prestarle atención para descubrirle algo nuevo.

Se entiende ahora por qué la banda decidió no lanzar ningún Single previo, porque además de tener el estatus y renombre para darse este tipo de libertades, el haberlo hecho habría prácticamente evidenciado todo el disco; un Tranquility Base que como bien lo dijeron requiere de unas 10 reproducciones para comenzar a engancharse a él. Es sumamente extraño que el nuevo disco de una banda que se ha caracterizado por ser un gusto inmediato, por haber hecho una decena de los mejores riffs de los últimos años y tener Singles y canciones en la memoria colectiva hasta para 2 recopilatorios de éxitos, carezca de todo esto, pero lo más cierto de todo es que de nuevo, éste es un compendio que no se parece a ninguno de sus 5 predecesores. El nuevo trabajo de Arctic Monkeys es uno de esos que se deben de escuchar de inicio a fin, que se entiende como un todo, que en sus momentos más sutiles acaricia a los oídos para provocar placer antes que buscar crear algo memorable como lo declara en "Star Treatment", un formidable acto abridor donde además Turner empieza a derramar palabras y palabras para musicalizar y plantear esta larga historia sobre amor, alcohol, ciencia ficción y lo que parece ser la decadencia de una estrella de Rock.

Es valido afirmar que Turner y compañía siguen evolucionando como músicos y compositores, aquí no se encuentran haciendo canciones, sino un álbum, no hits, sino música a lo largo y ancho de cada corte, no versos y coros, sino una historia y aunque a veces, respetan demasiado sus estamentos su sobriedad se llega a perturbar como en "American Sports" o la penumbra absorbe por completo a su cantor como sucede en "Science Fiction", y desde ahí transforma la estética de su voz y así también repercute lo que suena a su alrededor. Ahora sin la guitarra Alex Tuner parece ha buscado convertirse en un letrista y narrador, desarrollar esa virtud, y lo lleva a ser ahora más similar de Father John Misty que del mismo Jarvis Cocker; el hecho es que el líder de Arctic Monkeys lo hace bien, como lo llegó a demostrar en piezas lejanas como "Cornerstone" y aquí cosecha un nuevo punto de control como en "One Point Perspective" o en la misteriosa "Golden Trunks" con ese tenor de película de terror tan a lo This Is Hardcore de Pulp. Prestando un poco más de atención Turner por momentos se pone un poco más enérgico con fraseo más tenaz, bajeo y riffs tanto electrizados en una "Four Out Of Five" que también con su referencia a planetas ficticios porque aquí en la Tierra "todo se está aburguesando", remembra al Bowie de los tardíos 70's tanto como la sinuosa e intimidante "Batphone". Y si de referencias hay que hablar, la banda también le hace honores a The Beach Boys en sentido incluso vocal en "The World's First Ever Monster Truck Front Flip".

Pero así como este perspectiva evidencia todo lo bueno que esté trabajo significa para la banda de Sheffield, otra perspectiva también delata lo que se podría nombrar como "deficiencias". Y es que el tiempo y temperamento de la música difícilmente se altera, en este aspecto mantiene su interés a base de del magnetismo y la densidad que a veces alcanza, además, algunos de los momentos más notables los ofrece precisamente la conjunta de instrumentos como por ejemplo, la línea de órgano en la pista homónima "Tranquility Base Hotel + Casino", la misma "Star Treatment" por la suite que hace su confort ornamental, sus tintineos y sus etéreos vibráfonos, o hablar de la entera claridad de la final "The Ultracheese" que pone por delante al Turner baladista y suena más cerca de The Beatles que de cualquier cosa referente a este disco.

Si hablamos de que las letras tienen mucho que decir, y en sí en referentes musicales del tipo que se encuentran desde la balada en español clásica (Los Ángeles Negros en "Cómo Quisiera Decirte") hasta el Pop de los 90's (es tiempo de revalorar Life de The Cardigans, pero presten atención a "Gordon's Gardenparty") no es una LEY mantener este bajo perfil ante la -me voy a atrever a decir- imposibilidad de crear algunas líneas melódicas vocales memorables. Y si vamos a responsabilizar a las letras y la narrativa sería mejor que en vez de contar Turner historias ficticias en primera persona como un siempre cuestionable Josh Tillman... porque es en verdad una ridiculez que a falta de un Single promocional se haya hecho un circo porque en la primera frase de TBH+C se mencionen a The Strokes, en ese caso vamos entonces a decir que "Greatest Hits" de Mystery Jets es la mejor canción del universo porque en cada oración menciona a un disco clásico de Indie-Rock/Pop... y ya que estamos en ese tema, sería más conveniente que Turner sea más un actor y doblador de sus mismos personajes como Jarvis Cocker, podría ser el mismo Jarvis su nuevo padrino en esta etapa adulto ¿No?.

Al final, este nuevo paso quedará registrado como el logro más valiente en la discografía de Arctic Monkeys, quienes una vez más buscan y consiguen no caer en una zona de confort respecto a su pasado pero paradójicamente se quedan atrapados en una desde el primer segundo y a lo largo de todo este disco. La evolución de Turner es evidente, tanto que se ha armado todo una historia alrededor de Tranquility Base que va desde la inspiración plasmada aquí hasta la misma portada, historia que por supuesto no hace falta mencionar en pro o contra de lo que se ha consumado como su 6to nuevo trabajo. Impresionante también, la exposición y el dominio de toda esta paleta de nuevos instrumentos como vibráfonos, órganos, clavicémbalos, castañuelas, bajos funk esbeltos, armonías vocales y el uso de guitarras como un ornamento para subrayar, pero así como esa maqueta que Turner ideó para la portada, inspirada de influyentes arquitectos estadounidenses, digamos que a este hotel y casino le faltó un poco más de visión y diseño.
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02. One Point Perspective
03. American Sports
04. Tranquility Base Hotel And Casino
05. Golden Trunks
07. The World’s First Ever Monster Truck Front Flip
08. Science Fiction
10. Batphone
11. The Ultracheese

Por: José Marr

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