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5/2/19

James Blake: Assume Form

James Blake
Assume Form
Polydor Records
18/Ene/2019


"No tan en forma"

La primera gran tendencia del 2019 fue el dichoso "10 year challenge", una dinámica donde usuarios de redes sociales publican fotografías tomadas hace 10 años en contraste con otra capturada en la actualidad. Este ejercicio sirve para ver cómo ha cambiado la gente e implícitamente nos deja ver también cómo se ha transformado la moda y el mundo a través de una década, y al mismo tiempo en el presente, cómo es que tendencias o sucesos importantes nos cambian ya sea para bien o para mal. Precisamente fue en 2009 cuando un joven británico llamado James Blake lanzaba su sencillo debut, "Air & Lack Thereof", un track producto de numerosas grabaciones en su habitación. Aquel joven de 21 años apuntaba al Future Garage con sabor a Dubstep experimental que rápidamente enamoró a locutores de la BBC y distintas disqueras que le ayudaron a lanzar sus consecuentes EP's con estética cada vez más pulida y abstracta, que le hizo acreedor de una fanbase y difusión lo suficientemente fuerte como para conseguir grabar un álbum homónimo en el año 2011, con millares de elogios a cuestas. Todo continuó de manera ascendente, dominando cada vez más un terreno que ahora podemos decir Blake se ha vuelto un ícono del género y si ya parecía demasiado en aquel entonces, todavía lanzaría esa obra maestra del R&B experimental llamada Overgrown.

La carrera de James Blake se ha basado en la calidad de su estilo electrónico-futurista a veces minimalista mezclado con vocales inesperadamente sensibles; en una inteligencia que tiene para escribir letras de manera tan efectiva que le ha conseguido créditos como letrista y productor para Beyoncé, Frank Ocean y hasta Kendrick Lamar o Jay-Z. Esta exposición mediática al mainstream conjugada con su estilo frío y meditativo le dieron reflectores suficientes como para pagarse grandes estudios y sesiones con diversos artistas líderes en listas de popularidad, como Travis Scott el año pasado en "STOP TRYING TO BE GOD" o Kendrick Lamar y Jay Rock con "King's Dead".

Blake aprovechó la oportunidad de observar procesos creativos ajenos, que junto a su nueva relación fueron inspiraciones suficientes para grabar su 4to álbum: Assume Form, el cual podríamos decir es su primer compendio como artista mainstream. La tarea de lanzar un trabajo solitario sabiendo que llegará a muchos millones más de espectadores que en cualquiera de sus producciones pasadas fue ejecutada con inteligencia, puesto que encontramos fusiones de Blake en géneros que ahora mismo están de moda junto a una camada inusual pero efectiva de artistas invitados de primer nivel. Y es que la primera mitad de Assume Form adquiere vida gracias a al productor de trap Metro Boomin, quien inyecta secuencias de hi-hats, y también por Rosalía, encargada de dar variedad lingüistica con sus versos en español, además de otorgar sus icónicos samples de aplausos/palmas en diversos cortes. No es como si esta fuera la primera vez que James Blake tiene invitados de lujo en sus álbumes, anteriormente tuvimos al rapero RZA en Overgrown y a Bon Iver en The Colour In Anything, pero el factor sorpresivo que ahora trae el trío anteriormente listado es que ellos han hecho a Blake adaptarse a sus estilos sacando de su zona a Blake, dejando un par de fusiones interesantes. Aquí la vibra de rap letárgico, tenor y psicodélico de Travis Scott en "Mile High" es heredada directamente de Kid Cudi y no tanto por los ambientes fríos de James, así como el tratamiento orgánico acústico que da personalidad a "Tell Them" responde mayormente al Art Pop de Moses Sumney. James Blake queda diluido en estilos ajenos al grado de que ni siquiera parezcan canciones suyas, lo cual no está mal visto desde la perspectiva general de explorar más allá de sus terrenos habituales, pero cuando terminamos el álbum completo añaden irregularidad sonora. Especialmente si tomamos en cuenta que los trabajos pasados de Blake, cuidaban casi a la perfección esta línea.

El contenido de Assume Form contradice su nombre, puesto que no hay un eje temático ni dirección a seguir, cierto, es un trabajo que se mueve bajo la inspiración que le da una relación amorosa al autor, pero en el sentido práctico es muy difuso, saltando desde versos descriptivos inconexos a una escritura totalmente convencional, a la balada semi-poética, en 2 o 3 cortes encontramos el liricismo críptico pasional que caracteriza a James y volvemos al principio; no hay estabilidad ni sonora ni lírica, muy a pesar de que los sonidos fluyen bien durante los 40 minutos de duración. Tenemos formalmente un álbum de amor firmado por James Blake, lo cual choca inevitablemente con los ensayos sobre la depresión que significaron sus placas anteriores, pero es un álbum de amor que sabe encontrar momentos de relajación y seguridad en canciones como "I'll Come To", aunque también inmediatamente cae también en convenciones sin visión de estructura problemática como "Power On".

Assume Form se lleva un gran mérito por deconstruir el paradigma de que voltear a la música comercial significa perder calidad, puesto que cada canción por separado funciona como un ente totalmente disfrutable para cualquier persona, sin necesidad de perderse en kick drums o loops vocales infinitos. No se sacrifica un solo gramo de calidad, pero sí de personalidad y emotividad vívida que Overgorwn y The Colour In Anything transmitían y aquí no hay demasiada. Y aunque el resultado final sea cuestionable, este disco da la bienvenida a nuevos fans de James Blake al mismo tiempo que marca un punto de control para que sus feligreses de toda la vida puedan apreciar su talento sobre otros estilos.

De entre todas las canciones de Assume Form destacan muy fácilmente "Where's the Catch", donde el legendario rapero André 3000 da cátedra de mantener un flow llamativo al mismo tiempo que frasea sobre su salud mental con elocuencia, lo cual conecta perfectamente con los versos incesantes que harán a todos agitar la cabeza. Y para quienes quieren escuchar a James Blake en forma y mostrando sus mejores cualidades, está "Don't Miss It", la mejor canción del álbum por retener la frialdad meditativa y los versos inteligentemente tristes que definen al artista, jugando con samples vocales y piano minimalista, como en sus mejores años.

De modo que Assume Form no es una joya sentimental-futurista como lo son usualmente los álbumes de James Blake, y eso está bien. Está bien tener de vez en cuando una muestra de talento y habilidad para adaptarse a los sonidos más convencionales y comerciales de tendencia con tal de dar forma a un álbum sencillo de escuchar, con aura nocturna amorosa tan delicada y cerebral como por ejemplo, hace no más de un año artistas como Rhye nos mostraron que se puede lograr.

71%


01. Assume From
04. Into the Red
06. Can’t Believe the Way We Flow
07. Are You In Love?
08. Where’s the Catch? (feat. André 3000)
09. I’ll Come Too
10. Power On
11. Don’t Miss It
12. Lullaby For My Insomniac

Por: Sebastián López

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