Bellavista
Aliud Music
30/Abr/2020
"Sinceridad con un motivo"
En España están sucediendo muchas cosas, por no decir que en 2020 está sucediendo absolutamente todo: su clima político, tendencia por idealismo radicalizado, la situación de cuarentena, independentismo catalán... a donde se voltee suceden cosas demasiado particulares para los tiempos, pero aquí nos concierne el cómo convergieron las bandas más representativas de su escena rockera para engalanar el año en curso. Desde Chencho Fernádez abiriéndose paso como mente creativa de mucho cuidado hasta El Columpio Asesino reinventándose al SynthPop tan cerebral como bailable, sin dejar de lado a Triángulo de Amor Bizarro quebrando los esquemas del Post-Punk, sin olvidar la colaboración entre Los Planetas y Niño de Elche, que vio la luz hace unas semanas, en fin, 2020 se perfila para ser el año de la música española, con los reyes sin corona, Viva Belgrado, poniendo la cereza sobre el pastel a esta primera mitad del 2020 ibérico.
Este cuarteto de Córdoba se ha ganado a pulso un nicho ferviente de fans al rededor del mundo por haber presentado lo que muchos consideramos el pico del género Post-Hardcore en habla hispana: Flores, Carne del 2014 como carta de presentación, y una épica de Post Rock emo con Ulises para 2016. Cuatro años han pasado desde que lanzaron su último LP y tres desde su último single; entre giras internacionales y la pérdida de su baterista original, es como la banda llega a 2020 presentando Bellavista, una 3ra placa que viene a desafiar la famosa maldición del 3er álbum y definir su posición en la escena española.
Y es que Viva Belgrado bebe influencias de tantos lados y los canaliza en un sonido homogéneo único y distintivo gracias a la voz y entrega del vocalista/guitarrista, Cándido Gálvez, cuya participación dentro de cada disco puede verse como un reflejo del estado de la banda a través del tiempo; tenemos un Cándido desgarrador y creativo en Flores, Carne, uno más profundo, cinemático y poético en Ulises, pero en Bellavista (ya sea la canción o el disco entero) contamos con un Cándido que presenta por primera vez un rango vocal amplio que ha aprendido sobre los éxitos y errores de sus trabajos anteriores, sin miedo al cambio o las variaciones. Dicho tal cual, en Bellavista contamos con unos cordobeses completamente libres.
"Un Collar" como desencadenador del disco es una clara muestra de sinceridad sin pretensiones fuera de serie para la banda, pasando de las dedicatorias al discurso de insatisfacción personal perpetuo; aquí el gran elemento a resaltar que da identidad sonora es la limpieza de los instrumentos y la claridad con la que se puede reproducir a volumenes altos, y es que Bellavista se puede dar ese permiso al no ser un trabajo donde prima la estridencia ni líneas melódicas épicas con subidas y bajadas repentinas, aquí se apuesta por el dinamismo melódico e incluso cambio de ritmos en pro de un mayor entendimiento, asimilación y expresividad para la banda con respecto a sus influencias e incluso sus contemporáneos, y ojo, porque Aleix Turon y Joan Delgado de Cala Vento hacen acto de aparición en el clímax final de "Ikebukuro Sunshine", marcando uno de los mejores momentos.
Es para enmarcar el sencillo "Más Triste que Shinji Ikari" por ser la primera muestra dentro del tracklist de mutación efectiva y convincente, descrita por la banda como "su intento por hacer música Lofi Hip-Hop/Chill Hop" sin perder un gramo de identidad y por mostrarnos más nítidamente la labor de Álvaro Mérida (el nuevo miembro) como un baterista meticuloso y firme. Por otra parte, "Vicios" prevalece como el track más visceral, crudo y estridente del compendio, inaugurando una segunda mitad totalmente demoledora y cambiante, con "Shibari Blues" como parte 2 más apegada al liricismo "típico" del grupo en una muestra mucho más tendida de riffs cambiantes y absorbentes, donde el juego entre guitarras es el secreto para hacer de este viaje una experiencia fluida.
"Un Collar" y "Lindavista" comparten la característica principal de ser canciones penúltimas en sus respectivas caras del vinil, pero también en el aspecto de mostrar dos caras radicalmente distintas de la banda en una sola canción; por un lado la habilidad para poder encajar un guiño a la música flamenca en el primer caso y decantarse por el acústico yuxtapuesto con slides al más puro estilo de Deafheaven en el segundo, lo cual hace que Bellavista se confirme como un trabajo de sonidos cambiantes y refrescantes pero también constante en cuanto a mantener una escucha interesante se refiere.
Porque a final de cuentas, el verdadero valor de éste disco se mantiene en la facilidad con la que puede ser escuchado de inicio a fin y también revisitado varias veces. Se agradece que la producción permita divisar un Ángel Madueño muscular en el bajeo a lo largo del disco, siendo la médula espinal de este sonido junto a la batería, que solo puede ser descrita como "amplia". El juego y comunicación entre las guitarras de Gálvez y Pedro Ruiz alejan al grupo de ser la banda "emo" estándar para poder fijar al grupo dentro de su propia liga, mención aparte el final con "¿Qué Hay Detrás de la Ventana?", reservada para quienes quieran experimentar un viaje Shoegazer emotivo. Y es que los adjetivos para definir a un álbum tan modesto pero potente y suelto como Bellavista sobran, pero se puede resumir en: magnífico.
84%
01. Una Soga
03. Cerecita Blues
06. Ikebukuro Sunshine
07. Vicios
08. Shibari Emocional
09. Amapolita Blues
10. Lindavista
11. ¿Qué Hay Detrás de la Ventana?
Por: Sebastián López Seguir a @sebas_0132
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