7
Sub Pop Records
11/May/2018
“Siete y van dos”
El paso de Beach House por el Staff de Crazy Rhythms no ha sido precisamente para encumbrarlos como la banda maravilla contemporánea. Hemos dado desde calificaciones bajas con Depression Cherry y otro par escalando en el puntaje de los 70's con Thank Your Lucky Stars y Bloom, hasta muy merecidas apariciones en nuestro top de canciones de la década actual con “Zebra”; todo esto ha sido (para bien y mal) consecuencia directa e inminente de haber repetido sin pena ni gloria su estilo desde aquel memorable Teen Dream, y hacerlo sobre distintos filtros que cada vez iban siendo menos tenues. De modo que reconocemos que para el dúo de Baltimore debe ser todo un logro llegar a 6 placas donde la misma constante les ha hecho de una fanbase fiel y para muchos de ellos darles el título de ser la banda más emblemática del Dream Pop actualmente.
7 se viene publicitando precisamente como su séptima obra, la que promete una escucha más introspectiva y completa, algo que es cierto; ya que podemos arriesgarnos a decir que este álbum se siente como un nuevo comienzo para Beach House. No se pierde la potencia de Thank Your Lucky Stars, sino que se revitaliza mediante guitarras difuminadas, se vuelve lumínica gracias a sintetizadores pesados y gana propiedades como un trabajo psicodélico debido a la química que tienen los elementos anteriormente lanzados en combinación con las voces etéreas de Victoria Legrand y Alex Scally. Es también un álbum que merece ser tratado como un todo, donde sus sonidos siguen atados a un mismo eje a pesar de sus variantes, pero en el caso de Beach House, es un contraproducente, un factor que influencia mucho el resultado final y le impide llegar a ser totalmente redondo.
No perdemos al Beach House tradicional que muchos encasillan como grupo aburrido por sus melodías con poco movimiento, “Pay No Mind” lo demuestra y sirve como punto de partida para aclarar que 7 se trata de una producción en constante movimiento, donde arrancamos con “Dark Spring” y el factor sorpresa de basarse por completo en el Fuzz y distorsión pero por debajo sigue siendo más de lo mismo, hasta “Lemon Glow”, en la cual podemos escuchar al grupo aventurarse como no lo habían hecho desde Devotion o Teen Dream, con Hi-Hats y trucos de consola incluidos, muy a pesar de que otros momentos “arriesgados” como “Woo” y su definición más clara se sienten fuera de lugar.
Está claro que el espectro sonoro busca crecer conforme avanza el tracklist pero en ningún momento se permite despegar. Durante su primera mitad, 7 se siente como una divagación de sonidos que rara vez se atreve a jugar con su mismo entorno y otorgar una escucha profunda o reflexiva como lo hacen “Drunk in LA” y “Black Car”. La sensación de “caos ordenado” que evocó la creación de este material sigue intacta, pero afecta de forma sustancial su degustación. Al igual que su portada, puede parecer un producto poco definido y autolimitado pero también una nueva oportunidad de hacer las cosas con influencias renovadas y un mood más gótico, sin embargo al final, se siente como un trabajo más maduro pero también perdido en sus ideas. De hecho, una síntesis completa de lo que es 7, yace en “Dive”, canción demasiado cómoda y engullida en su éter -como de costumbre- para después emerger hacia una culminación.
Dentro de 7 perduran los contrastes a pesar de tener un sonido uniforme, requiere tiempo para ser disfrutado pero al final será el tiempo mismo quien diga si fue o no un paso en falso, o si son los fans que han hecho del fatalismo un estilo de vida los que han ayudado a la escala de Beach House.
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68%
01. Dark Spring
02. Pay No Mind
03. Lemon Glow
04. L’Inconnue
05. Drunk In LA
06. Dive
07. Black Car
08. Lose Your Smile
09. Woo
10. Girl Of The Year
11. Last Ride
Por: Sebastián López Seguir a @sebas_0132
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