Laberinto
Self-Released
09/Ago/2019
“Atrapados en el laberinto de la monotonía”
Bengala es una de las bandas nacionales quizá mejor recordadas dentro de las últimas generaciones de artistas que este país o hasta latinoamérica en general ha visto ir y venir en el siglo actual, esto porque pocas viven desde aquella camada en el climax de la década de los 2000s, más precisamente del 2006, año en que salió su disco debut. Por ello también es una agrupación que en el pasado ya tuvo logros importantes tales como presentaciones en horarios estelares en el Vive Latino, nominación al Latín Grammy (si es que eso todavía se puede considerar un logro con credibilidad) ser producidos en el disco homónimo (2006) y en Oro (2009) por Tito Fuentes de Molotov en su estudio, Topetitud y, más tarde, en el álbum Sigue de 2012, estuvieron a carga de Meme de Café Tacvba; cosas cada una que sin duda les dieron un estilo definido que los posicionó rápidamente, manteniéndose durante toda su carrera en una línea concreta en el Rock Alternativo más radial en la división latina, otorgando así a Bengala el despegue suficiente para captar y conquistar a gran público.
Sin embargo se tomaron una gran pausa, tiempo en el que trabajaron en proyectos alternos. Ahí tenemos el caso de Sebastián Franco que estuvo en el gran primer disco de Reyno, o de Diego Suárez en Communión, los demás integrantes por su parte también estuvieron involucrados en diversos lares aunque no como titulares. Esta pausa se terminó convirtiendo en un hiato de 7 años, lapso en el que parecía realmente que un álbum nuevo nunca iba a llegar. Sorpresivamente este 2019 el quinteto de la Ciudad de México, consumó su regresó anunciando gira y un disco llamado Laberinto.
Obviamente con tanto tiempo de por medio, queda una gran incertidumbre si después de ese tiempo la banda seguirá sintiéndose como un engranaje colectivo natural y contemporáneo, o como un esfuerzo desesperado por seguir sintiéndose vigente y joven. Esto lo pudimos constatar desde el sencillo “Un Millón de Estrellas” donde sintetizadores muy tenues adornan una introducción aparentemente misteriosa e intrigante develando de qué va este anhelado regreso pero, el viaje ha de continuar sobre una base recta y monótona, ligeramente distorsionada, sí, pero sin mucho nuevo que encontrar; Diego Suárez fiel a su estilo vocal de toda la vida con la madurez del paso del tiempo es probablemente el mejor acierto de la canción y lo que otorga ese vínculo de familiaridad, dejando su pegadizo coro que con lo justo logra quedase en la memoria. “Tiempo” trae una mezcla de instrumentos más ágiles que la convierte en un corte más bailable, ayudado de versos Pop agradables pero, con nada que no hayamos escuchado antes, quedando a esta pronta altura lejos de las viejas glorias de la banda a falta de una venidera evolución. Entonces “Déjala Ir” contiene la misma fórmula con unos ligeros destellos de Desert Rock, con algunos buenos riffs de bajo y guitarra, una canción que comparte estilo con "Horizontes", tema de sintetizadores suaves muy rítmicos, que recuerdan al ya trillado Prográmaton de Zoé.
Destellos se encuentran en algunos pasillos de este Laberinto pero no es el camino que conduce hacia la salida. Ciertas variaciones en el uso de silencios y crescendos de “Enloquecer” sugieren que Bengala trae algunas cosas bajo la manga, pero al final sin mucho que elogiar. En cambio “Cuarto del Fondo” juega con entretenidos grooves y una melodía más desafiante al oído. Ya para el corte final “Temblor - Eso Soy” se desprende una letra inteligente de una historia con la que mucha gente podría identificarse, adornada con arpegios de guitarra y sintetizador muy transparentes y brillosos pero, nuevamente Bengala no mete el acelerador no da un extra ni siquiera en la recta final, no hay turbulencia, falta un poco de esa adrenalina y emoción en comparación con los grandes momentos de la banda hace más de 10 años.
Bengala ha logrado refrendarse, su música ha mantenido esa valoración y se ha consagrado a través del tiempo, tanto, que a este regreso tienen en agenda varias fechas por el país, trayendo nuevo contenido a sus fans más fieles con estas 7 canciones. Pero, difícilmente Laberinto será un álbum que atraiga a nuevos escuchas o posicione a la banda como un nuevo comienzo entre el público actual, ya sea por el contenido, esa falta de novedad en su música, o porque no han regresado con la plataforma de una disquera grande. Prácticamente la banda sigue apegada al estilo que los llevo a la fama desde su homónimo del 2006, sólo que este 2019 sin ofrecer algo singular o nuevo a la fórmula, y quedándose cortos incluso en el intento de replica. Augurando que con este disco terminarán por unirse de nuevo a esta oleada de bandas de baladas Alternativas que suenan en Reactor (una estación FM para muchos, anticuada) o de esas que tocan en el Vive Latino en el mismo lugar que lo hicieron hace más de 10 años, no necesariamente será algo decepcionante para el target y fandom que ya tienen, pero teniendo en cuenta el legado, el pasado y la gran pausa de 7 años, queda claro que no sirvió para replantearse las cosas o llevar a un nuevo punto su música, quedando atrapados en su propio Laberinto.
65%
02. Tiempo
04. Horizontes
05. Enloquecer
07. Temblor (Eso Soy)
Por: Diego Chávez Seguir a @Diego_CH_C_
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