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21/8/20

The Killers: Imploding The Mirage

The Killers
Imploding The Mirage
Island Records
21/Ago/2020


"Milagrosamente un gran disco"

Hace unos días, se dio en el mundo del fútbol un acontecimiento histórico; en los cuartos de final de la Champions League, el Bayern Munich derrotó por 8-2 al Barcelona de Lionel Messi. Un resultado histórico humillante que ha dado inicio a debates que van más allá del resultado, al trasfondo. Uno de los puntos que se dicen es que hay jugadores que después de ser de los mejores del mundo, que han ganado literalmente todo lo que se puede ganar, ya les pesa la edad, han perdido el hambre por ganar, la ilusión de ir por más, no están comprometidos y cosas de ese tipo. Eso se puede trasladar un poco a la música y específicamente a The Killers, y es que es cierto, que hay artistas que después de haber llegado a la cima del éxito parece que pierden esa intención de buscar algo nuevo, pierden esa ambición que los lleva a querer crear un disco único al grado de que cuando lanzan algo nuevo, es como si lo hicieran con el manual, con la fórmula, por tener un nuevo pretexto de salir a hacer dinero con las giras, esto porque, hagan lo que hagan, ahí estarán los fans más acerrimos, para consumir ese producto incondicionalmente.

No es que The Killers fueran muy respetados en la crítica por venir a reinventar o buscar el hilo negro, pero desde sus comienzos con Hot Fuss se impusieron como la banda de la corriente del Indie Rock capaz de crear hits intachables para estadios. Para prueba quedan ahí sus primeros 3 materiales que tienen ese puñado de hits que al día de hoy pintan como clásicos y que son, los que han provocado que hasta hoy sean los más recordados por aquellos que crecieron en esa generación. De Battle Born y Wonderful Wonderful hubo muchos que prefirieron pasar, muchos de aquellos primerizos seguidores se separaron a partir de ahí y hasta gran parte de la crítica prefirió simplemente ignorarlos porque ya iban por otro lado, pero para quienes se atrevieron a analizar sus 2 últimas entregas, les faltaban malos adjetivos para describir álbumes tan decadentes porque realmente había casi nada por rescatar. Si de algún modo la banda no se perdió en el olvido en este punto, quizá es debido a ese papel e imagen de sex symbol de Brandon Flowers que a veces parece estar por encima de todo y por los garantizados 2 o 3 hits de cinco estrellas que la banda siempre es capaz de firmar por disco. Al menos serviría de algo.

Pese a todo, algo que se puede aplaudir de The Killers es que siguen su línea, sus ideologías, acercándose más o menos, mejor o peor al mainstream pero nunca trepándose a las tendencias por completo. Lo anterior, sería completamente entendible que pasara, hasta predecible... por ello sorprendió a más extraños que propios ver en boletines de prensa, que para su nuevo material, Flowers y co. se habían juntado con gente bastante ajena al rumbo por el que iban. Entre estos, Shawn Everett que ha estado involucrado como ingeniero y en la mezcla de algunos de los más grandes discos Indies (The War On Drugs, Grizzly Bear, Jim James, Perfume Genius) de los últimos años y Jonathan Rado que ha extendido su sello como productor más allá de Foxygen (Whitney, Father John Misty, Weyes Blood) este par los encargaos de dirigir las ideas de la banda y de hecho, aparecen como coescritores de la mayoría de los temas. A partir de ahí surgían más nombres que reforzaban al equipo como Lindsey Buckingham (Fleetwood Mac), K.D. Lang, Blake Mills, Weyes Blood (que el año pasado firmó uno de los discos Top del año) y por supuesto Adam Granduciel (The War On Drugs), por lo que este 2020, nada podía salir mal para The Killers.

Parece ser que Vanucci y Flowers hablaban MUY en serio cuando hace 3 años dijeron en un video para Vice que "Querían estar, tocar en The War On Drugs"; Imploding The Mirage podría ser una genial extensión del lado más Pop que Granduciel ha abordado en Lost In The Dream y A Deeper Understanding que, aunque no es el punto más prolífico de The War On Drugs, no se puede negar que The Killers ha entrado para darle esa definición de himno de estadio. Mención especial para "Running Towards A Place" donde Buckingham toca la guitarra y resulta en una combinación ganadora distinta al resto pero, por lo demás, resulta irónico que tengamos quizá los mejores temas de la banda desde Hot Fuss a base de repetir los mismos 3 o 4 acordes en toda la canción, de reiterar la misma línea de teclado una y otra vez como en "My Own Soul's Warning" o "Caution" pero elevando las melodías a cuotas celestiales a pesar de la reiteración. Aprovechan bien esa influencia de Springsteen que War On Drugs supo actualizar y reinventar y que ellos no supieron llevar a ningún lado en Battle Born; de hecho, toman su propio camino en una fantástica "Dying Breed" donde la banda demuestra que sabe construir perfectamente un climax con ese intro prolongado y mesurado pero también nervioso que hubiera sido el hit masivo que el Billy Joel de los 80's nunca firmó.

Pocas veces -o más bien nunca- habíamos escuchado a la banda haciendo fusiones tan atrevidas como "Fire In Bone" trayendo a escena igual el Funk amorfo de Talking Heads o el David Bowie de Low pero increíblemente acercándose al hit Pop que fue "Dance Hall Days" de Wang Chung con esos acordes pesados, vocoders y sus pomposas percusiones. Más que nunca, The Killers se apoya en la guitarra acústica aunque ante un trabajo de producción y arreglos tan literalmente fantásticos ("Imploding The Mirage"), no sea tan notorio excepto "Blowback" que suena como un gran tributo a George Harrison especialmente por lo emotivo de esos pequeños licks de guitarra. El dueto con Weyes Blood bien pudo ser en esa línea teniendo en cuenta el precedente de su disco Titanic Rising el año pasado, sin embargo la suma resulta en algo totalmente inesperado con explosiones armónicas épicas que remiten al EuroPop de Modern Talking. Esos coros monásticos y épicos se mantienen en otra de las grandes piezas como "When The Dreams Run Dry" pero The Killers llevan el trabajo de sintetizadores al nivel del New Order más lúcido en el Synth-Pop.

Evidentemente, hay cosas que sólo se ganan y se pierden con la edad y este Imploding The Mirage se siente como ese punto y aparte hacia la madurez de The Killers en todos aspectos. Han cuidado la idea desde el arte cortesía del artista Thomas Blackshear -que igual recuerde a las geniales portadas de Talk Talk- hasta tener a un Flowers más centrado y real en letras que hablan sobre Dios, el paso del tiempo, la perseverancia, lo que se aprende después de caer y levantarse, la muerte, el amor inquebrantable o la unión entre 2 personas; eso, apoyado sobre una base musical que eleva sus mensajes a niveles eclesiásticos resulta en la mayor muestra de calidad que The Killers ha dado. Quizá aquellos greatest hits de Hot Fuss y Sam's Town o hasta de Day & Age son insuperables en retrospectiva por su actual perfil de clásicos, pero este 2020 milagrosamente y ante todo pronostico, la banda ha firmado el mejor disco de su carrera.

80%


02. Blowback
04. Caution
05. Lightning Fields (Feat. K.D. Lang)
07. Running Towards A Place
08. My God (Feat. Weyes Blood)
09. When The Dreams Run Dry
10. Imploding The Mirage

Por: José Marr

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