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25/11/18

Brockhampton: Iridescence

BROCKHAMPTON
Iridescence
RCA Records
21/Sep/2018


"De colores"

Por definición popular, se concibe al Hardcore Hip-Hop como el resultado de rapear sobre instrumentales agresivas, ya sea en el sentido de que manejan tempos agitados con música que se lleva al extremo cualquier beat o en el sentido de que se escupen palabras con ritmo imparable, tocando temáticas alarmistas o de alto contenido político-social poco convenientes para escuchar en familia. Tenemos también a BROCKHAMPTON, que simbolizan mucho de lo mejor y lo peor que nos trajo el 2017: por un lado, es un colectivo con 14 miembros de distintos rincones de los Estados Unidos que se conocieron por internet y decidieron formar una boyband, la variedad de estilos, culturas y perspectivas que cada quien aporta al grupo ha trabajado a favor de ofrecer un sonido único, en constante evolución, marcado por la gran cantidad de mentes que trabajan en la música. Este enjambre de creativos les permitió sacar 3 álbumes con más de 15 tracks tan sólo el año pasado. Y en la otra cara de la moneda, tenemos a personas realmente afligidas por su entorno que encuentran inspiración en sus ganas de salir adelante o su desesperación por hacerlo, personas que cometen errores y fuera de un escenario se atreven muy de poco en poco a tomar el riesgo de ir a nuevos horizontes. Incluso la partida de Ameer Vann, quien fuera su integrante con registro vocal más distintivo y portada de su saga SATURATION, fue debido a acusaciones victimistas cuyo peso social en la era de lo políticamente correcto es tan grande que, no importando el veredicto final, significó su separación.

Para detalles sobre ese escándalo y su impacto personal en el grupo está su documental, The Longest Summer In America. Pero hablando musicalmente, los chicos de BROCKHAMPTON tenían un reto formidable ante sus ganas de ser superestrellas. Teniendo un puñado de álbumes en el limbo tras la salida de Ameer, la catarsis del grupo se dio con los singles "DON'T BE FAMOUS", "1997 DIANA", "1998 TRUMAN" y "1999 WILDFIRE", dejando la senda abierta para dar su gran debut discográfico con un álbum grabado nada más y nada menos que en los estudios Abbey Road, aprovechando que su tour europeo los había enamorado de Londres y como primer marca en su nueva trilogía The Best Years of Our Lives llega Iridescence.

Este álbum se trata más que nada de cambios, metamorfosis y mutaciones. La diferencia más evidente es la estética; visualmente, abandonando los videoclips con rango 16:4 y la textura granulada por un filtro térmico y cámara en mano aún más inestable en pro de ofrecer una perspectiva más personal en primera persona. En cuanto al sonido, estamos hablando de una mezcla que no se veía venir, pero al mismo tiempo era derivativa de sus proyectos anteriores, puesto que se adentran en el Hardcore Hip-Hop con estructuras más convencionales y sin abandonar el Pop Rap que los popularizó. Desde que "NEW ORLEANS" comienza a sonar, la agresividad sale a la luz, los punch lines incitan al mosh pit, el rapeo es sin miedo ni timidez, pero su transición a "THUG LIFE" nos confirma que no escuchamos a un grupo distinto, sino que ha sabido mutar con base en su estilo R&B alternativo para mantener su esencia.

Y es un movimiento tan arriesgado como creativo, Romil Hemnani y Jabari Manwa se confirman como unos de los mejores productores y beatmakers de nuestros tiempos, sabiendo deconstruir la base de canciones más convencionales a su forma más básica y potenciando los bajos para dar esa apariencia primitiva y contundente que dan tracks como "DISTRICT" o en su extremo más multicolor con "HONEY". El detalle que hace la diferencia entre este proyecto y numerosos álbumes que usan la misma fórmula para hacer sus beats, es la mezcla de sonido liderada por Rusell Boring "Joba"; con asistencia de Hemnani y Manwa, dan vuelo a su creatividad, aprovechan ambos canales de sonido para depurar cada detalle a la intemperie, emulando en muchas ocasiones múltiples capas de sonido y redefiniendo esa vena experimental que distingue a BROCKHAMPTON.

La influencia inglesa se nota a kilómetros de distancia, especialmente en su nueva inclinación por las baladas de piano sobre las que bailan las canciones más tranquilas del repertorio, "TONYA" es un gran ejemplo de cómo han adoptado con naturalidad el sonido del país donde provienen figuras del piano como Elton John o Paul McCartney, pero también delata su incapacidad latente por salirse del molde que ellos mismos saturaron en 2017 con 3 álbumes (de ahí el nombre irónico SATURATION), donde pareciera que "Bearface" McDonald llegó para rellenar el vacío que dejó Vann. Y este sentimiento es apoyado constantemente por una característica que hasta ahora afecta a la música del grupo y es la irregularidad con la que los raperos se desenvuelven. El argumento que tiene mayor peso en un debate a favor de BROCKHAMPTON es que, de 7 vocalistas (ahora 6) disponibles, absolutamente todos otorgaban una performance tan apasionada que, sin importar estilos, diferencias, ni similitudes, quedaban totalmente a la misma altura, siempre otorgando una nueva arista a explorar para cada corte. En Iridescence, Joba termina brillando más por su performance multifacética, robándose el show junto a los versos concienzudos de Dom McLennon y la explosividad de Merlin Wood. Dejando en un molesto segundo plano a un Matt Champion en su forma más estándar, rapeando muy bien, pero nada más. Bearface con sus falsetes dulces ya no se siente como un integrante exclusivo e impredecible, sino de complemento, y Kevin Abstract, limitándose a coros más que nada.

No tenemos skits en español cortesía de su diseñador web, Robert Ontenient, pero a cambio tenemos numerosas canciones fugaces durante la primera mitad que no rebasan los dos minutos y que en la suma de conjuntos no aportan demasiado. Podríamos decir que la magia sucede en la segunda mitad, donde la progresión discreta de "TAPE" culmina con sorprendentes violines estresados. "J'OUVERT" es el punto de convergencia del talento de Joba y la experimentación del álbum en su mejor forma, donde "HONEY", "SAN MARCOS" y "TONYA" exploran las aflicciones de sus vocalistas de manera más personal mientras usan coros de niños, samples de Beyoncé o incluyen a Serpentwithfeet y Ryan Beatty.

Tenemos un álbum que no es variado, sino voluble, lo cual le hace ganar los mismos puntos que pierde por sus propias limitaciones intrínsecas como la falta de factor sorpresa por la familiaridad del sonido o desproporción entre raperos, pero a final de cuentas disfrutable. Se entiende que sea un paso adelante difícil y el segundo aire que le dio Europa a los integrantes del colectivo fue tan repentino que las ideas tuvieron que ser plasmadas a la misma velocidad, se entienden y se contagian la emociones del grupo a través de su música, pero nada de eso justifica la necesidad de un álbum donde se puedan omitir tantas canciones, no viniendo de BROCKHAMPTON.

69%


02. THUG LIFE
03. BERLIN
04. SOMETHING ABOUT HIM
05. WHERE THE CASH AT
06. WEIGHT
07. DISTRICT
08. LOOPHOLE
09. TAPE
11. HONEY
12. VIVID
14. TONYA
15. FABRIC

Por: Sebastián López

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