Marauder
Matador Records
24/Ago/2018
"Disfuncional a propósito"
Estos últimos años, hablar de la música de Interpol era algo sencillo de abordar, aunque también doloroso para sus fans más acérrimos, puesto que en definitiva no supieron lidiar con la partida de Carlos Dengler, miembro fundador y quizás su cabeza más valiosa. Pudiendo resumir su carrera en un par de álbumes magistrales de Post-Punk llamados Turn On The Bright Lights y Antics, después, una tercera entrega que se atrevió a salir adelante con composiciones más complejas y adiciones como líneas de teclado que polarizaron tanto a su audiencia como al grupo mismo, resultando unos años más tarde en un álbum homónimo que gozaba de su sonido ya característico basado en picking acelerado y riffs sencillos pero sin la garra o intimidad que los hizo brillar en sus primeros años. La salida de Dengler como punto de quiebre para el grupo se tradujo en un hiato de casi un lustro y para su ansiado regreso con El Pintor obtuvimos glorias pasadas emuladas con poco éxito fuera de los singles promocionales.
Destacan con facilidad el debut solista (o de Julian Plenti) y la colaboración de éste con el rapero del Wu-Tang Clan, RZA, de nombre Banks & Steelz por ofrecer algo realmente nuevo y refrescante: las melodías catatónicas del primero y el aventurado Pop Rap de su más reciente colaboración terminarían por forjar a la larga el estilo vocal de Paul Banks, que ya previamente había demostrado en su álbum solista Banks; significando su adaptación a sonidos más vivos y, de igual forma, su redefinición dentro de melodías densas y una producción de otro nivel. Y así es como llegamos a Marauder, la respuesta urgente a cuestionamientos sobre el futuro de la banda y la habilidad de Paul Banks para tomar por completo las riendas del grupo.
Tomemos como punto de partida el hecho de que Marauder es un álbum temerario en muchos sentidos, las letras persiguen esa tendencia por la aflicción emocional que bien pudimos disfrutar en Antics o Banks. El verdadero cambio no se encuentra en este ámbito pero sí es de destacar cómo manteniendo intacto este componente es que se encuentran las mayores conexiones con sus trabajos anteriores y lo vuelven así una continuación lógica de su discografía.
La magia contenida aquí sucede cuando observamos este elemento yuxtapuesto con los instrumentos, que si bien pueden ser considerados como paralelos por su crudeza intermitente basada en notas altas, es algo inédito para la banda. Jugar con el uptempo en canciones tan descaradamente sencillas pero agresivas como “The Rover” o “Stay In Touch” les dan un aura distinta y disfuncional que difícilmente hará enfadar a un fanático “de corazón” porque no está totalmente divorciado del estilo clásico que todos venimos degustando desde hace ya 15 años.
De entre todo este enredo musical, donde Banks vuelve a la guitarra rítmica y un bajo fantasmal y Daniel Kessler se mantiene como guitarra líder, es la batería de Sam Fogarino la que se roba el show por completo. Nadie discutirá que sus repentinos redobles son las partes más disfrutables del disco, su secreto para sostener la batuta en casi todas las canciones radica en haber pulido su estilo y la configuración de su batería inclinada a los platillos y pedal del bombo para tenerlos más a su alcance, de esta forma se adapta para tener un método más libre y suelto, encontrándose como médula espinal de este sonido nuevo y demostrándolo de forma excepcional en la explosiva "Number 10" o la indomable "Party's Over", que por muchos momentos suena a algo que John Stanier de Battles haría. Y si bien segmentos como "Now You See Me At Work" están hechos para complacer a quienes tampoco pueden divorciarse de sus primeros trabajos, también sirven como punto de comparación para contemplar la evolución del grupo.
Es inevitable pensar después de la 3ra o 4ta escucha que la banda se repite a sí misma en Marauder, pero elementos tales como la mezcla de sonido nos dan la seguridad de que se está dando un paso adelante, no obstante, al ser un poco más observadores, la pregunta que sigue es si se dio un paso en la dirección correcta, puesto que variando el punto de vista, muchos ingredientes que componen al álbum pueden ser vistos para bien o para mal. Dave Fridmann, el afamado productor de The Flaming Lips, Spoon, MGMT, OK Go, Tame Impala e integrante de Marcury Rev, también hizo el trabajo tras consola para Marauder, algo que de igual forma sabe a mal chiste porque en ningún momento escuchamos su broche característico para mezclar sonido, de hecho llegan a perderse las voces con la marea de instrumentos, algo que también podemos valorar como un paso arriesgado del grupo al decidir grabar todo directamente a cinta, conservando esa energía cinética que únicamente obtenemos en vivo sin tratamientos artificiales.
Que si la constancia a lo largo de 13 canciones pudieron lograrla reciclando sonidos familiares o que la voz desahuciada de Banks suena a refrito de su trabajo como Banks & Steelz, o que si el trabajo de producción se siente prácticamente nulo; el único hecho inamovible es que nunca decepciona realmente, ni a quienes querían escuchar el regreso a su época dorada ni a quienes buscaban algo refrescante para el grupo; su gama de sonidos se da el lujo de ser variada como para complacer a un espectro mayor de público. Y ahora que tocamos el tema, cabe declarar que Marauder no es el trabajo más esencial de Interpol y mucho menos el indicado para comenzar a escucharlos; no deja de sentirse como un punto de transición, una síntesis de seguridad en la etapa adulta de la banda, un experimento exitoso, pero experimento de todas formas, fuera de los singles y "Flight of Fancy", el sonido de este compilado corresponde más a un grupo que por primera vez en una década se ha dignado a buscar de nuevo su chispa en lugar de entregar trabajos monótonos.
Marauder es en definitiva un trabajo satisfactorio, por no decir complaciente, incluso difícil decidir entre “Mountain Child” o “It Probably Matters” como canción representativa de aquí, pero confiamos en que la banda sabrá continuar su camino a partir de este punto y que aprendiendo de los minuciosos errores cometidos aquí, puedan entregarnos en un futuro cercano su verdadera obra magna, de este 2do aire.
4/v/OTWjbXEa/file.html
77%
02. The Rover
03. Complications
04. Flight Of Fancy
05. Stay In Touch
06. Interlude 1
07. Mountain Child
08. Nysmaw
09. Surveillance
10. Number 10
11. Party’s Over
12. Interlude 2
13. It Probably Matters
Por: Sebastián López Seguir a @sebas_0132
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