Everyday Life
Warner Bros.
22/Nov/2019
"Arcoíris blanco y negro"
Seguro que no sorprendería que Coldplay se hubiera atrevido a hacer algún tema para encajar en la moda musical actual. Tener algún despliegue de Reggaetón, Trap o como le llaman algunos: Pop Latino. Esto lo digo teniendo en cuenta que en su momento, cuando el EDM parecía reinar las listas de popularidad, Coldplay se tomó la oportunidad de colaborar con Avicii en un tema que prácticamente desentona de su Ghost Stories y ¿por qué no? hacer un rotundo hit mundial de la mano de unos muy cuestionados Chainsmokers con "Something Just Like This". Razones por las que queda claro que al cuarteto de Londres no se le da mal ser protagonistas en el mainstream aunque, hacer canciones enfocadas a ese fin, deje de lado muchas de las virtudes por las que Coldplay se hizo grande y admirado a inicios de siglo con Parachutes o A Rush Of Blood To Head, ambos, con los que cosechó sus primeros millones de fans hasta antes de la época Mylo Xyloto, cuando el grupo decidió que era buen momento de entrar a competir en el Pop.
Pero por cada campanada dentro de los envoltorios pirotécnicos y el ánimo festivo (Mylo Xyloto, A Head Full Of Dreams), parece que Coldplay quiere hacer una especie de regresión para no terminar de soltar a los seguidores de antaño que no pierden la fe de volver a escuchar su mood más sereno, complejo y hasta introspectivo. Y si hace 5 años lo hicieron con un descorazonado e íntimo Ghost Stories, hoy dan un paso similar con Everyday Life.
A grandes rasgos, hay que decirlo, no hay hits de estadio ni canciones memorables más allá de sus primeros 2 singles revelados. Y fue una jugada inteligente; Coldplay refrendó con "Orphans" -ya entre sus 10 más populares de Spotify- el estilo de un exitoso A Head Full Of Dreams y abrió una brecha con “Arabesque” donde se mostraban mucho más ambiciosos, jugando con un stomp bélico, un Chris Martin con una guitarra acústica danzante como en viejas épocas y un deliberado saxofón que dejaba ver que a estas alturas podían aún dar sorpresas. Se agradece entonces que en una etapa donde, evidentemente la banda no tiene nada por demostrar y tranquilamente podrían jugar a lo seguro con canciones Pop sin demasiadas complicaciones, que se tomen el atrevimiento de hacer su disco más versátil y ecléctico que jamás habían firmado. Demostrando que aún están dispuestos a buscar donde no han explorado, en dar sentido y concepto a un disco como no lo hacían desde X&Y o Viva La Vida y lo sustentan apenas empezar con la estremecedora obertura proveniente de la música clásica con “Sunrise”, el resplandecer airoso de “Church” que remite a las experiencias de escuchar melodías como las de X&Y pero embellecidas desde la paleta de A Head Full Of Dreams.
Sin embargo a partir de aquí la banda no levanta el vuelo hacia horizontes grandilocuentes; “Trouble In Town” se desvía hacia una de las combinaciones musicales más ricas en la historia de Coldplay, con bases ritmicas digitales, notas bajas de piano, el bajeo más delicado de Berryman en muchos años, algunos punteos de guitarra vagos mientras Martin canta con cautela sobre una especie de represión policial que queda más clara con la discusión grabada del final que, también, conduce a un momento instrumental álgido para descomponerse y concluir en calma como probablemente el mejor tema del compendio.
A manera de canciones más convencionales, es al otro extremo donde se encuentra “Champion Of The World” como uno más de esos himnos con los que la banda puede hermanar el canto en algún acto en vivo, con esa misma sonoridad de estadio similar a “Up & Up” y, concluyendo, la balada que presta nombre al álbum que es marca indeleble del estilo de Coldplay; piano y sing alongs con la familiar voz de Martin adornada por texturas electrónicas tornasol y un trabajo de cuerdas excelente.
Más allá de un calificativo, es interesante toda la travesía que representan los temas centrales, por supuesto están “Arabesque” y “Orphans” como puntos de control en cada cara llamada Sunrise y Sunset, pero también están estilos que jamás alguien se hubiera imaginado bajo la firma de Coldplay. También es que cada una parecen más tomas grabadas sin mayor retoque o proceso, pero eso abona a recrear un tanto la naturalidad orgánica que la banda mostró en sus primer trilogía de discos. Martin se atreve con el Doo-Wop y lo hace sin alterar su naturalidad en "BrokEn", y es que se aprecia hasta el eco de la habitación donde se toca. Con "Cry Cry Cry" esa recreación del Doo-Wop conecta con el McCartney de los últimos 60s o hasta el Frankie Valli de la época, casi igual que en "WOTW/POTP" una grabación tomada de un día de campo en el que Martin tomó la guitarra y a alguien se le ocurrió capturar el momento con todo y un par de falsos en la ejecución o el ruido ambiente. El termino del primer disco ("When I Need A Friend") se da con otra inquietud saciada por una formación coral cálida y resonante dentro de alguna gran arquitectura. Presenciamos a Martin o Jonny Buckland llevar su devoción por las 6 cuerdas de nylon a un nuevo nivel en "Guns" que además señala la plaga de armas y el conflicto que crea en el mundo, un excelente tema que hubiera estado todavía mejor hace 10 años cuando Laura Marling, Mumford & Sons y compañía alzaban esa fugaz ola de Folk británico; sin embargo no se quedan ahí y con "Eko" se atreven con algo más Folklorico, más típico y hasta más tradicional, sin olvidar que más tarde con "Old Friends" se refinan con un poco de fingerpicking así como un aura más introspectiva y solemne.
Martin está mucho más inspirado al piano que nunca; lo demuestra en "Bani Adam" donde toca algo que parece el preludio de un tema clásico aunque termina siendo más el inicio de una salida ostentosa, pero la triste "Daddy" es quizá uno de los momentos más frágiles y emocionales que el grupo ha firmado jamas desde esa perspectiva de un niño al que le hace falta su padre.
Sucede algo con Coldplay que hace que el público que se enamoró de su estilo desde su primer par de trabajos no se olviden completamente de ellos y esperen un guiño a ser esa banda que explora, que busca y que puede ofrecer algo nuevo a partir de sus mejores virtudes. Sucede también que son un grupo que ha encajado de maravilla en la música que mueve y gusta a masas, manteniéndose vigente en ambos sectores, teniendo entonces una atención enorme como pocos artistas actuales podrían presumir. De modo que Everyday Life resulta en un esfuerzo notable más allá incluso de lo musical, y es que es un trabajo que hasta toma en cuenta el formato físico como medio para su experiencia y mensaje; la variedad dispar que el cuarteto ofrece puede ser un inconveniente si se ve desde el punto en que no se empuja hacia ningún lado ni se concreta realmente nada, pero también lo hacen de una manera tan exacta que se convierte en un tracklist muy ameno de recorrer una y otra vez. Cada canción lleva a la otra y parece que cada vuelta revela algo más. Everyday Life no se convertirá en el mejor ni el más exitoso disco de la banda, pero es como tal una obra particular dentro de su ya extensa discografía y eso, a estas alturas no es un logro menor.
77%
01. Sunrise
02. Church
03. Trouble In Town
04. BrokEn
05. Daddy
06. WOTW/POTP
07. Arabesque
08. When I Need A Friend
09. Sunrise/Sunset Interlude #1
10. Sunrise/Sunset Interlude #2
11. Sunrise/Sunset Interlude #3
12. Sunrise/Sunset Interlude #4
13. Sunrise/Sunset Interlude #5
14. Sunrise/Sunset Interlude #6
15. Guns
16. Orphans
17. Eko
18. Cry Cry Cry
19. Old Friends
20. Bani Adam
21. Champion Of The World
22. Everyday Life
Por: José Marr Seguir a @JR_Marr
No hay comentarios:
Publicar un comentario