Phase
Research Records
23/Feb/2018
"De otra dimensión"
El caso de Mildlife es uno de los más peculiares en la historia reciente, dándose a conocer en los escenarios de Melbourne hace unos 4 años como un cuarteto de Jazz improvisado de vena bailable con landscapes electrónicos como añadido para generar una experiencia en vivo salvaje, abierta a cualquier posibilidad... eso sin mencionar la psicodélica. Tardaron esos mismos 4 años en darse cuenta del diamante en bruto que tenían entre manos y perfeccionarlo constantemente, en hacerse de un nombre reconocible en su escena y hacer composiciones para lo que terminaría siendo su álbum debut.
Phase está compuesto por 6 tracks en promedio mayores a los 6 minutos, no hay como tal un género que pueda describir en su totalidad la música que hacen a lo largo de este recorrido, de hecho, suena hasta irreal cuando se les intenta definir como una banda de Jazz sobre pistas Disco, bajos Funk y sintetizadores espaciales; es irreal pensar en los paisajes profundos que logran pintar hasta en su canción homónima, que sirve más como un interludio instrumental. No encaja en muchos casos creer que tienen la sabiduría necesaria para saber adoptar ritmos mid-tempo en pro de su ejecución psicodélica.
Poniendo atención al track abridor, "The Magnificent Moon", uno puede darse cuenta de que es una introducción perfecta para lo que hacen porque es un ejercicio perfecto de exposición de elementos escondido a simple vista; la dinámica del grupo es revelada a mitad del track, cuando tenemos en un canal de sonido bajeo Funk contagioso, en el otro una guitarra tocando el complejo riff principal, ambos compartiendo una batería de Jazz y la más tenue capa de sintetizadores para no dejar espacios en blanco. Todo es irresistible, no sólo el trabajo vocal, sino saber que el encanto de su música radica en cómo armonizan tantos ritmos sin saturar en sonido, al contrario, lo vuelven progresivo.
La producción es limpia, es cierto que debe serlo para adoptar la sensación de imagen difuminada que aporta su estética espacial, pero se requiere cierta inteligencia para saber sublimar los diferentes sonidos que los instrumentos provocan. Otro factor decisivo que define el estilo de Mildlife es la sincronía que tienen sus sonidos electrónicos con los orgánicos, tomemos "Im Blau" como ejemplo, su introducción con bongos que desemboca en una cascada cósmica y de ahí partimos a ritmos groovy proporcionados por bajo, batería y hasta shakers con vocoder guiando, no perdemos en ningún momento la esencia bailable ni tampoco la sensación de que esto es una exploración a otras dimensiones sobre un caleidoscopio psicodélico.
La música de Mildlife se mueve como un ente calmo, no hay ninguna prisa para avanzar a lo siguiente, lo cual tendrá al escucha más impaciente indeciso por no saber si disfrutar la vibra o adelantar un poco para saber qué sigue, lo cual habla de un álbum que cae en letargos soporíferos muy fácilmente, y aunque sólo tropiezan con esa piedra un par de veces en los 40 minutos que Phase dura, es necesario ya estar acostumbrado a ritmos tranquilos para sobrellevarlo. Es de aplaudir que el cuarteto supo aprovechar las distintas variantes de cada género que abarcan y se nota que experimentaron poniéndolas en yuxtaposición una con otra constantemente hasta lograr paralelismos inteligentes entre sí, evitando repetirse constantemente y manteniendo la garantía de que siempre habrá algo nuevo que escuchar.
Al final, sólo queda aplaudir a "Two Horizons" y "The Gloves Don't Bite" por su desenvolvimiento cerebral más orientado a la introspección electrónica que nos demuestran la paleta de ideas que han no sólo manejado, sino también llevado al siguiente peldaño. Tenemos, entonces, un disco no apto para cualquiera, pero sí recomendable para quienes busquen una nueva experiencia psicodélica única en el mundo, que sea duradera dentro de sus propias limitaciones, profunda, fácil de escuchar en ácidos y refrescante.
98/v/sUSSZK3u/file.html
84%
01. The Magnificent Moon
02. Zwango Zop
03. Im Blau
04. Phase
05. Two Horizons
06. The Gloves Don't Bite
Por: Sebastián López Seguir a @sebas_0132
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