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1/12/18

Muse: Simulation Theory

Muse
Simulation Theory
Warner Bros.
09/Nov/2018


"Avanzando a lo mismo de siempre"

Muse es una banda única; hace muchos años pasó con Absolution e incluso superó con Black Holes And Revelations la prueba del tercer álbum, el mayor desafío para todos los artistas dedicados a la música en el afán de mantenerse vigentes, renovar su estilo y/o explotar cada arista con el fin de ampliar su paleta de sonidos y continuar lanzando música con nuevos argumentos que la hagan siempre interesante. Sin embargo, pareciera que la tendencia actual es volcarse a la electrónica, derivando en diversas bandas que ven aquí una oportunidad de bocanada de aire fresco y toman esta opción para empujar su sonido más allá, utilizando los adornos tecnológicos como un medio, no como un fin (si es que para el siguiente disco no se acercan a lo latino); por ejemplo, Conor O’Brien de Villagers supo darle un acabado fino y atmosférico a su música Folk aprovechando capas de sonido tonales en su último álbum, el trío Low deconstruyeron por completo su concepto para hacer glitch y ambient Pop amorfo en Double Negative, Wild Beasts se alejaron de sus baladas rústicas para hacer una mezcla sensual y cerebral de Electropop conceptual con Boy King... hasta Miguel Bosé llegó a experimentar con esto para hacer su joya Trip-Hop titulada Velvetina; pero cuando descubrimos -con un par de sencillos lanzados- que el siguiente paso para Muse sería adoptar la Electrónica Synth ochentera, fue inevitable pensar lo peor.

Y es que el trío liderado por Matt Bellamy ha venido a menos estos últimos años, enfocándose más en dar conciertos espectaculares que seguir explorando los límites de su Rock “ecléctico”, dejando a The 2nd Law como más de lo mismo, como ese golpe de timón hacia su metamorfosis digital, y que muy a pesar de que Drones regresó al sonido de guitarras estridentes, no deja de ser olvidable, poco inspirado y lleno de mensajes innecesariamente políticos. Incluso recapitulando un poco, podríamos pensar al menos en The Ressistance, donde habían implementado una orquesta sinfónica que, siendo justos, no ha envejecido bien, quedando como el intento más pretencioso de la banda por sonar hímnicos y siendo olvidado en los shows, con excepción de “Uprising”.

Muy lejos quedó el Muse catártico y estridente que hipnotizó al mundo entero con su trilogía Origin of Symmetry, Absolution y Black Holes and Revelations, sin duda, un tridente histórico que, pudo hacer hasta convivir a público Pop con seguidores incluso del Metal como parte de su feligresía, no obstante, aún estamos a tiempo para presenciar su resurgimiento como súperestrellas de estética retrofuturista, o al menos esa era la impresión, en el mejor de los casos, que daban antes de que Simulation Theory fuera lanzado.

Porque para abrir el camino hacia este nuevo material, haber lanzado una canción tan torpe y reiterativa como lo es “Dig Down” en mayo del año pasado, nos quedaba la leve esperanza de que pudieran hacer durante todo este tiempo algún progreso significativo dentro del nuevo terreno donde se estaban adentrando. Pero la triste realidad nos fue revelada con el tiempo y a través de sus mismos fans; en primer lugar está el tiempo en que el álbum fue grabado (un año con nueve meses) porque tomando en cuenta la ya mencionada “Dig Down” y el estilo en que se han encerrado desde 2009, podemos afirmar con total seguridad que este cambio de estilo en Simulation Theory en realidad es un paso hacía atrás, puesto que los sintetizadores no son más que una envoltura para sus nuevas canciones. No faltará el youtuber pretencioso que sacará las partituras de “Propaganda” y dirá que es la octava maravilla del mundo porque se le van añadiendo instrumentos y detalles conforma avanza, ignorando que son más relleno en lugar de añadir una nueva dimensión a la escucha. Aquí los hi-hats o trucos de producción, como intercalar cada instrumento entre los canales de sonido, no dan ningún motivo para volver a escuchar ninguna canción porque se nota que fueron hechos siguiendo la misma fórmula repetitiva y constante, llegamos al punto donde cualquiera puede predecir el cambio de pedaleo en “Pressure” o el puente de “Break It to Me”. La banda misma ha dejado de colocarse la vara más alta, no se apuesta por el progreso y la sustancia, sino por la apariencia y estructuras basadas en riffs coreables que les faciliten el trabajo de showmans, imaginen por ejemplo "Thought Contagion" reventando en un estadio con fuegos artificiales. En un punto, llegan a sacrificar tanto su estilo a cambio de la melodía fácil que “Get Up and Fight” termina por ser un mal power Pop a la altura de Simple Plan o el Green Day de Revolution Radio.

E incluimos también a los fans dentro de la ecuación para comprender lo que sucede con este álbum; sólo hace falta darse una vuelta a los comentarios de sus canciones en YouTube para caer en cuenta de que son ellos los principales detractores del progreso de Muse, comparándolos con Queen o argumentando a favor de su “versatilidad” para adaptarse a distintos géneros. Ese par de comentarios exponen un par de cosas que el grupo ha hecho tanto bien como mal en proporciones iguales todo este tiempo; para empezar han exagerado tanto su estilo melodramático que ahora simulan falsa epicidad, en segundo lugar, pareciera que se encuentran cómodos dentro de su zona de confort, haciendo música en piloto automático en lugar de seguir explotando su talento, ahora mismo podríamos decir que están cayendo en el abismo de lo genérico al no poder renovar su identidad dentro del "synthpop" y al disfrazarlo con estética retro bien podemos conseguir a cambio la manufactura ideal para hacer shows en vivo memorables, pero queda en manos de la banda seguir adelante tomando Simulation Theory como base o hacerlo un capítulo radical y desolado como de momento lo ha sido The Ressistance.

Por lo mientras nos quedamos aquí con un trabajo que cansa de lo reiterativo y predecible que es, con letras que se van al extremo más mínimo para aparentar ser crítpticas o que dan algún concepto al compendio, con “Blockades” y la segunda mitad de “The Void” como únicos tracks rescatables porque al menos son entretenidos. Lamentablemente, se ha vuelto muy fácil demeritar a Muse y aunque las versiones alternativas contenidas en las ediciones de lujo refrescan por completo la perspectiva de esta obra, cuando toca hablar concretamente del álbum, nos quedan a deber muchísimo.

48%


01. Algorithm
02. The Dark Side
04. Propaganda
05. Break It To Me
06. Something Human
07. Thought Contagion
08. Get Up and Fight
10. Dig Down

Por: Sebastián López

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